sábado, 1 de enero de 2000


Década 1990-2000Un amigo me comento una tarde cualquiera de por aquel entonces que se preparaba una "mani" para que el Ayuntamiento cumpliera con el compromiso de terminar los tramos de "Carril Bici" Como no, acudí, de esa situación tan normal para mi, jamás podía imaginar que todo aquel montón de energía, conjeturas y a la vez momentos de desorientación para el cambio, se juntaran y cambiara mi destino de la manera tan Natural y sencilla pero a la vez radical. Una mirada mas intensa de lo habitual se pegaba de vez en cuando a mi cogote, desde el grupo de personas que componía aquel batí-burrillo de personas .vociferantes, pintillas de todas las clases sociales que por aquel entonces comenzaban a entremezclarse por afinidad y criterios en común (la sociedad que nos vendían olía mal ) La mirada en mi persona era tan clara como sorprendente el hecho de ser una mujer era quien la producía. ¡Guays! Era cierto, las jóvenes mujeres comenzaban a decidir sobre sus gustos sin artificios y además, esta nunca la avía visto ¿Qué raro? (comienza a aparecer en la escena de las calles nueva sangre). Tras un acercamiento a la "presa" (que no lo fue nunca ) y el dialogo habitual percibí que emanaba ese agradable tufillo de leña de su jersey. Estaba decidido aria lo imposible por conocer a la dueña de todo ese montón de sensaciones que corrían hacia mis sentidos...Esta joven hembra (Maria José) Decía estar en un pequeño pueblecito del interior en Castellón, como alumna de una Casa de oficios, que entre sus trabajos realizaba y aprendía los de Plantas aromáticas y medicinales, otra coincidencia, mas que me acercaría a Cortes de Arenoso y esta casa. Comencé a frecuentar esta población en mi ruta de abastecimiento hacia Portugal para el negocio Familiar, mediante triquiñuelas para acercarme a quien comenzaba a aceptarme y mantener una relación afectiva y placentera, por tener tan cerca casi todos los elementos para el equilibrio personal, Naturaleza, Afecto he Intimidad. Sin brusquedades, que me alteraran, mis deseos de cambio, poco a poco, fui alargando mis visitas, mientras confeccionaba como abría de
ser, el salto hacia una nueva vida, reuniendo y clasificando direcciones, tal vez para América, Australia o tal vez Asia, pero contra mas lejos y anónimo pudiera ser mi persona mejor. Un buen día, y envuelto en la manta de los placeres de los sentidos, le confesé a la que comenzaba a ver y entender como compañera, que seria bueno dejar la ciudad y desde la perspectiva y falto de interferencias propias de la "citi" poder apreciar las despectivas de mi cambio, pero era necesario tener trabajo mas o menos estable en el lugar...Como una ola invisible pero apreciable por la intensidad y rapidez de los sucesos. No solo había trabajo, si no que los sucesos de mi entorno se precipitaron con rapidez en espacio de poco tiempo, se cerro la ciudad tras de mi y en Cortes de Arenoso incluso se perdió mi agenda con las direcciones y teléfonos de los lugares y personas, que debía visitar, pero además el hermano de mi compañera havia estado en una masia en el Valle de la Umbría del termino que era muy bonita, donde nos proponíamos realizar una excursión con las bicicletas para pasar un día ( La Mateba )
¿"La Magia" Tal vez La "Luz" en mi Camino?
Salimos dirección Sur-Oeste como nos indico el amigo “Rogelio”
Aproximadamente tardamos al menos treinta minutos en llegar a lo que seria la entrada d la pista de acceso unos pocos metros delante encontramos como un montículo en la pista
La imagen era el del atardecer un día de verano con tormentas en las montañas de enfrente (Jabalambre) El recuerdo de tal se asemejaba a un sueño de la niñez solo que aquello no era mas que la realidad y en directo.
Al fondo, se distinguía la vivienda y desde el montículo se apreciaba perfectamente. La sinuosidad del camino, simplemente nos dejamos llevar con el impulso de las bicicletas hasta llegar al pie del edificio. Ese montón de piedras, era un encanto, tremendamente desvencijada, puertas, ventanas y sus marcos estaban ennegrecidos, astillados y como no, la mano del gran homínido con las hullas impresas en todo el edificio, Zarzas de tamaño descomunal se adentraban por la parte Oeste y nos impedían rodear el edificio en busca de alguna grieta. Por fin nos decidimos a penetrar y ver su interior. El Caos debe ser algo parecido, olor a humedad intenso paredes ennegrecidas por las hogueras y polvo mucho polvo que a lo largo de estos años siempre me acompañaría en las labores restauración. En alguna ocasión me he impresionado, por el que no me importara, tomar la decisión de habitar la casa, además con una naturalidad asombrosa.
Ignorando el nombre de la casa, comenzamos por llamarla, la casa del valle los truenos (comienzo de un sueño).
Soñador de sueños y metas inalcanzables no me era posible dejar de averiguar y pretender renovar y arreglar cuanto fuera necesario para la compra de la casa, lo de cómo sucedían las propuestas y las sugerencias, tal vez la casualidad dominaba el momento.
Entre los motivos de adentrarse en la aventura era el mal alojamiento que en el pueblo nos dispensaban y para pasar penurias daba igual un lugar que otro , abandonamos el “tranquilo bienestar” de tener una casa alquilada en pueblo y nos internamos en el laborioso y fascinante mundo de restaurar poco a poco la Mateba.
Poco tiempo tardo en aparecer la propuesta de un proyecto de turismo Rural, y de no se que ayudas a fondo perdido no, se que fondos europeos etc.
Con el tiempo la realidad de aquella publicidad fue desgranándose en los pros y contra de burocracia y realidad de un entorno carente de todo y en que todo havia que traerlo. Unas ayudas y asesoramiento técnicos insuficientes, asi como las cantidades a fondo perdido, mas bien diseñadas para empresarios o personas de posición social media-alta que solo se sabe solventar a base de dinero que no teníamos y que siempre escaseo. Me di cuenta de los indirectos comentarios y de la falta de preparación de las personas que dispensaban las ayudas al expresar mi proyecto, pues a la vista de mi presencia mantenían prejuicios, y nada entendían de reciclaje y recuperación, ignoraban su entorno Natural, sus ecosistemas, los conocimientos de historia local no eran muy claros, mas bien a través de la memoria oral que trascendía no mas allá de los cincuenta años, Ho lo daban por perdido, tal vez debido a que se había extendido ciertas estéticas asociadas a comportamientos carentes de compromiso, muy al estilo de la fauna de la noche Valenciana.

Notaba como esperaban con desasosiego una sumisión por mi parte que no era yo capaz de adquirir, empezaba a ver la estructura del comportamiento social del mundo rural, actitudes que creí avían sido mitigadas o desaparecidas. Un Mundo de sensaciones y comportamientos arcaicos que les impide la comunicación con otras realidades, pero que a la vez los protege dentro del seno de Clan una organización similar a las estructuras familiares de la antigüedad gregaria, sin normas ni escritos donde el jefe de la manada es aquel que mas fuerte es. Una razón así tenia que por fuerza desestimar cualquier innovación, y la estética era en parte tu atuendo diferenciador por el cual se te distinguía y se te rechazaba, Salvo en aquel caso, que la pela es la pela. Me clasificaron y diseminaron su conocimiento a través del clan, razones por las cuales se te niega información incluso se te señala como mal ejemplo social, no importa la persona, tan solo el dictamen. En alguna ocasión e tenido la sensación de que en mi caso personal alguien manteo la sabana de ese sentimiento de clan mas de lo debido, solo es algo perceptivo, pero esta ahí, a través de hechos y palabras, soledades y malos entendidos.
Para pagarme el vicio de hacer una cosa así me enrede a trabajar en la planta de Aguas de cortes.
Su sistema de trabajo era una tremenda chapuza dominada por personas de de el entorno que miraban a cualquiera que fuese de “Fuera” como si fuéramos a robarle el pan o algo parecido, al parecer las fuerzas tácticas de la población les arengaban con que aquel tesoro era de exclusividad de las gentes del pueblo.
Recuerdo como además de trabajar como a destajo apenas cobraban un salario equiparable con otros lugares, falta de maquinaria adecuada y una estructura jerárquica que rayaba con el caciquismo, de hecho los mal llamados jefes se comían los posibles beneficios con salarios exorbitantes, hasta casi el doble, comparando los salarios de los trabajadores de base.
Como no, empecé a descubrir las rivalidades entre los de Cortes y San Vicente, algo parecido a las rencillas de mi niñez con los niños de otros barrios. Nada de eso en el fondo me turbaba la ilusión de salir adelante con mis objetivos hasta que un día me tropecé con que mi cuerpo y mi mente empezaron a crearme alteraciones inusitadas, pasaba de la euforia a la tristeza y el llanto con frecuencia. Cuando consegui aberiguar las causas de esas alteraciones descubri que el cuerpo tenia sus mecanismos para que repongas los desgastes del pasado no tan lejano

Durante los dos años siguientes combinamos mi pareja y yo la reconstrucción y el estudio de nuestro entorno, hicimos viajes y cursos como el Tierra de campos Tordehumos en la Mancha.
El proyecto se ponía en marcha y los sucesos y noticias que nos llegaban de la ciudad nos confirmaban el seguir adelante aquí, en la medida que conocíamos mas gentes y mas nos relacionábamos con el entorno dejaban de aparecer personas de nuestro anterior vida de ciudad se espaciaban las visitas, la actividad de ese mundo se traga las vidas de los que viven en ella reafirmando las amistades y desligando aquellas que no son mas que un producto de el encuentro casual.
La casa carecía de los elementos mas básicos para la higiene personal. Lo solucionamos con un simple bote de hierro donde introducíamos agua caliente cuando podíamos permitirnos tener gas, además, influía el clima puesto que la ducha estaba situada en el exterior colgando de tres palos en forma de tipi indio que apenas pudimos cubrir con una tela pero que algo cortaba el viento. Lo duro era la llegada del invierno, pero nos fuimos aclimatando y nuestra piel curtiendo...
La iluminación a velas después candelabros de queroseno, los días se hacían cortos y las noches largas, las manos me dolían del frió y los cortes, al manejar el cemento. Pasión, amor, naturaleza y despertar de mis sentidos
embriagaba mi ser, comencé a sentir mi cuerpo mas terso y fuerte, podía percibir sonidos y olores como nuevos y vibraciones, mirar a lo lejos sentir el paso de las grandes aves en el cielo. Para nada la ciudad era y es comparable con esto, pues allí perdemos todo eso y mas.

Una tarde al regreso nos encontramos con que alguien aprovechando nuestra ausencia nos destejaron parte de la casa. Debió ser un esfuerzo grande si calculamos el peso de aquellas tejas. Hasta entonces no aviamos dado importancia a las amenazas e palabras en doble sentido muy habituales en las personas de aquí, pero con aquel acto culmino mi buen talante hacia ellos me obligaba este acto a considerar con rabia y cautela