Década 1990-2000Un amigo me comento una
tarde cualquiera de por aquel entonces que se preparaba una "mani"
para que el Ayuntamiento cumpliera con el compromiso de terminar los
tramos de "Carril Bici" Como no, acudí, de esa situación
tan normal para mi, jamás podía imaginar que todo aquel montón de
energía, conjeturas y a la vez momentos de desorientación para el
cambio, se juntaran y cambiara mi destino de la manera tan Natural y
sencilla pero a la vez radical. Una mirada mas intensa de lo habitual
se pegaba de vez en cuando a mi cogote, desde el grupo de personas
que componía aquel batí-burrillo de personas .vociferantes,
pintillas de todas las clases sociales que por aquel entonces
comenzaban a entremezclarse por afinidad y criterios en común (la
sociedad que nos vendían olía mal ) La mirada en mi persona era
tan clara como sorprendente el hecho de ser una mujer era quien la
producía. ¡Guays! Era cierto, las jóvenes mujeres comenzaban a
decidir sobre sus gustos sin artificios y además, esta nunca la avía
visto ¿Qué raro? (comienza a aparecer en la escena de las calles
nueva sangre). Tras un acercamiento a la "presa" (que no lo
fue nunca ) y el dialogo habitual percibí que emanaba ese agradable
tufillo de leña de su jersey. Estaba decidido aria lo imposible por
conocer a la dueña de todo ese montón de sensaciones que corrían
hacia mis sentidos...Esta joven hembra (Maria José) Decía estar en
un pequeño pueblecito del interior en Castellón, como alumna de una
Casa de oficios, que entre sus trabajos realizaba y aprendía los de
Plantas aromáticas y medicinales, otra coincidencia, mas que me
acercaría a Cortes de Arenoso y esta casa. Comencé a frecuentar
esta población en mi ruta de abastecimiento hacia Portugal para el
negocio Familiar, mediante triquiñuelas para acercarme a quien
comenzaba a aceptarme y mantener una relación afectiva y placentera,
por tener tan cerca casi todos los elementos para el equilibrio
personal, Naturaleza, Afecto he Intimidad. Sin brusquedades, que me
alteraran, mis deseos de cambio, poco a poco, fui alargando mis
visitas, mientras confeccionaba como abría de
ser, el salto hacia una nueva vida,
reuniendo y clasificando direcciones, tal vez para América,
Australia o tal vez Asia, pero contra mas lejos y anónimo pudiera
ser mi persona mejor. Un buen día, y envuelto en la manta de los
placeres de los sentidos, le confesé a la que comenzaba a ver y
entender como compañera, que seria bueno dejar la ciudad y desde la
perspectiva y falto de interferencias propias de la "citi"
poder apreciar las despectivas de mi cambio, pero era necesario tener
trabajo mas o menos estable en el lugar...Como una ola invisible pero
apreciable por la intensidad y rapidez de los sucesos. No solo había
trabajo, si no que los sucesos de mi entorno se precipitaron con
rapidez en espacio de poco tiempo, se cerro la ciudad tras de mi y en
Cortes de Arenoso incluso se perdió mi agenda con las direcciones y
teléfonos de los lugares y personas, que debía visitar, pero además
el hermano de mi compañera havia estado en una masia en el Valle de
la Umbría del termino que era muy bonita, donde nos proponíamos
realizar una excursión con las bicicletas para pasar un día ( La
Mateba )
¿"La Magia" Tal vez La "Luz" en
mi Camino?
Salimos dirección Sur-Oeste como nos
indico el amigo “Rogelio”
Aproximadamente tardamos al menos treinta
minutos en llegar a lo que seria la entrada d la pista de acceso unos
pocos metros delante encontramos como un montículo en la pista
La imagen era el del atardecer un día de
verano con tormentas en las montañas de enfrente (Jabalambre) El
recuerdo de tal se asemejaba a un sueño de la niñez solo que
aquello no era mas que la realidad y en directo.
Al fondo, se distinguía la vivienda y
desde el montículo se apreciaba perfectamente. La sinuosidad del
camino, simplemente nos dejamos llevar con el impulso de las
bicicletas hasta llegar al pie del edificio. Ese montón de piedras,
era un encanto, tremendamente desvencijada, puertas, ventanas y sus
marcos estaban ennegrecidos, astillados y como no, la mano del gran
homínido con las hullas impresas en todo el edificio, Zarzas de
tamaño descomunal se adentraban por la parte Oeste y nos impedían
rodear el edificio en busca de alguna grieta. Por fin nos decidimos a
penetrar y ver su interior. El Caos debe ser algo parecido, olor a
humedad intenso paredes ennegrecidas por las hogueras y polvo mucho
polvo que a lo largo de estos años siempre me acompañaría en las
labores restauración. En alguna ocasión me he impresionado, por el
que no me importara, tomar la decisión de habitar la casa, además
con una naturalidad asombrosa.
Ignorando el nombre de la casa, comenzamos
por llamarla, la casa del valle los truenos (comienzo de un sueño).
Soñador de sueños y metas inalcanzables
no me era posible dejar de averiguar y pretender renovar y arreglar
cuanto fuera necesario para la compra de la casa, lo de cómo
sucedían las propuestas y las sugerencias, tal vez la casualidad
dominaba el momento.
Entre los motivos de adentrarse en la
aventura era el mal alojamiento que en el pueblo nos dispensaban y
para pasar penurias daba igual un lugar que otro , abandonamos el
“tranquilo bienestar” de tener una casa alquilada en pueblo y nos
internamos en el laborioso y fascinante mundo de restaurar poco a
poco la Mateba.
Poco tiempo tardo en aparecer la propuesta
de un proyecto de turismo Rural, y de no se que ayudas a fondo
perdido no, se que fondos europeos etc.
Con el tiempo la realidad de aquella
publicidad fue desgranándose en los pros y contra de burocracia y
realidad de un entorno carente de todo y en que todo havia que
traerlo. Unas ayudas y asesoramiento técnicos insuficientes, asi
como las cantidades a fondo perdido, mas bien diseñadas para
empresarios o personas de posición social media-alta que solo se
sabe solventar a base de dinero que no teníamos y que siempre
escaseo. Me di cuenta de los indirectos comentarios y de la falta de
preparación de las personas que dispensaban las ayudas al expresar
mi proyecto, pues a la vista de mi presencia mantenían prejuicios, y
nada entendían de reciclaje y recuperación, ignoraban su entorno
Natural, sus ecosistemas, los conocimientos de historia local no eran
muy claros, mas bien a través de la memoria oral que trascendía no
mas allá de los cincuenta años, Ho lo daban por perdido, tal vez
debido a que se había extendido ciertas estéticas asociadas a
comportamientos carentes de compromiso, muy al estilo de la fauna de
la noche Valenciana.
Notaba como esperaban con desasosiego una
sumisión por mi parte que no era yo capaz de adquirir, empezaba a
ver la estructura del comportamiento social del mundo rural,
actitudes que creí avían sido mitigadas o desaparecidas. Un Mundo
de sensaciones y comportamientos arcaicos que les impide la
comunicación con otras realidades, pero que a la vez los protege
dentro del seno de Clan una organización similar a las estructuras
familiares de la antigüedad gregaria, sin normas ni escritos donde
el jefe de la manada es aquel que mas fuerte es. Una razón así
tenia que por fuerza desestimar cualquier innovación, y la estética
era en parte tu atuendo diferenciador por el cual se te distinguía y
se te rechazaba, Salvo en aquel caso, que la pela es la pela. Me
clasificaron y diseminaron su conocimiento a través del clan,
razones por las cuales se te niega información incluso se te señala
como mal ejemplo social, no importa la persona, tan solo el dictamen.
En alguna ocasión e tenido la sensación de que en mi caso personal
alguien manteo la sabana de ese sentimiento de clan mas de lo debido,
solo es algo perceptivo, pero esta ahí, a través de hechos y
palabras, soledades y malos entendidos.
Para pagarme el vicio de hacer una cosa
así me enrede a trabajar en la planta de Aguas de cortes.
Su sistema de trabajo era una tremenda
chapuza dominada por personas de de el entorno que miraban a
cualquiera que fuese de “Fuera” como si fuéramos a robarle el
pan o algo parecido, al parecer las fuerzas tácticas de la población
les arengaban con que aquel tesoro era de exclusividad de las gentes
del pueblo.
Recuerdo como además de trabajar como a
destajo apenas cobraban un salario equiparable con otros lugares,
falta de maquinaria adecuada y una estructura jerárquica que rayaba
con el caciquismo, de hecho los mal llamados jefes se comían los
posibles beneficios con salarios exorbitantes, hasta casi el doble,
comparando los salarios de los trabajadores de base.
Como no, empecé a descubrir las
rivalidades entre los de Cortes y San Vicente, algo parecido a las
rencillas de mi niñez con los niños de otros barrios. Nada de eso
en el fondo me turbaba la ilusión de salir adelante con mis
objetivos hasta que un día me tropecé con que mi cuerpo y mi mente
empezaron a crearme alteraciones inusitadas, pasaba de la euforia a
la tristeza y el llanto con frecuencia. Cuando consegui aberiguar las
causas de esas alteraciones descubri que el cuerpo tenia sus
mecanismos para que repongas los desgastes del pasado no tan lejano
Durante los dos años siguientes
combinamos mi pareja y yo la reconstrucción y el estudio de nuestro
entorno, hicimos viajes y cursos como el Tierra de campos Tordehumos
en la Mancha.
El proyecto se ponía en marcha y los
sucesos y noticias que nos llegaban de la ciudad nos confirmaban el
seguir adelante aquí, en la medida que conocíamos mas gentes y mas
nos relacionábamos con el entorno dejaban de aparecer personas de
nuestro anterior vida de ciudad se espaciaban las visitas, la
actividad de ese mundo se traga las vidas de los que viven en ella
reafirmando las amistades y desligando aquellas que no son mas que un
producto de el encuentro casual.
La casa carecía de los elementos mas
básicos para la higiene personal. Lo solucionamos con un simple bote
de hierro donde introducíamos agua caliente cuando podíamos
permitirnos tener gas, además, influía el clima puesto que la ducha
estaba situada en el exterior colgando de tres palos en forma de tipi
indio que apenas pudimos cubrir con una tela pero que algo cortaba el
viento. Lo duro era la llegada del invierno, pero nos fuimos
aclimatando y nuestra piel curtiendo...
La iluminación a velas después
candelabros de queroseno, los días se hacían cortos y las noches
largas, las manos me dolían del frió y los cortes, al manejar el
cemento. Pasión, amor, naturaleza y despertar de mis sentidos
embriagaba mi ser, comencé a sentir mi
cuerpo mas terso y fuerte, podía percibir sonidos y olores como
nuevos y vibraciones, mirar a lo lejos sentir el paso de las grandes
aves en el cielo. Para nada la ciudad era y es comparable con esto,
pues allí perdemos todo eso y mas.
Una tarde al regreso nos encontramos con
que alguien aprovechando nuestra ausencia nos destejaron parte de la
casa. Debió ser un esfuerzo grande si calculamos el peso de aquellas
tejas. Hasta entonces no aviamos dado importancia a las amenazas e
palabras en doble sentido muy habituales en las personas de aquí,
pero con aquel acto culmino mi buen talante hacia ellos me obligaba
este acto a considerar con rabia y cautela